King Jehu 10th king of Israel, 2 Reyes 9:1-10:36 y 2 Crónicas 22:7-12

10-jehureydeisrael

2 Reyes 9:11-10:36
Acto seguido, el profeta abrió la puerta y huyó
11
Cuando Jehú salió para volver a reunirse con los capitanes, uno de ellos le preguntó:

—¿Todo bien? ¿Qué quería ese loco?

—Ustedes ya lo conocen —respondió—, y saben cómo habla.
12
—¡Pamplinas! —replicaron—. Dinos la verdad.

Jehú admitió:

—Esto es lo que me declaró, palabra por palabra: “Así dice el Señor: ?Ahora te unjo como rey de Israel.? ”
13 Dicho esto, todos se apresuraron a tender sus mantos sobre los escalones, a los pies de Jehú. Luego tocaron la trompeta y gritaron: «¡Viva el rey Jehú!»
Jehú asesina a Jorán y a Ocozías

14 Entonces Jehú, hijo de Josafat y nieto de Nimsi, conspiró contra Jorán. Sucedió que Jorán, con todo el ejército israelita, había estado defendiendo Ramot de Galaad contra Jazael, rey de *Siria,15 pero tuvo que regresar a Jezrel para reponerse de las heridas que había recibido de los sirios en la batalla. Así que Jehú les dijo a sus partidarios: «Si ustedes quieren que yo sea rey, no dejen que nadie salga de la ciudad para ir a Jezrel con el informe.»16 Luego se montó en su carro de combate y fue a Jezrel, pues allí se estaba recuperando Jorán, a quien también Ocozías, rey de Judá, había ido a visitar.
17 Cuando el centinela que vigilaba desde la torre de Jezrel vio que las tropas de Jehú se acercaban, gritó:

—¡Se acercan unas tropas!

En seguida Jorán ordenó:

—Llama a un jinete y mándalo al encuentro de las tropas para preguntarles si vienen en son de paz.
18 El jinete se fue al encuentro de Jehú y le dijo:

—El rey quiere saber si vienen en son de paz.

—¿Y a ti qué te importa? —replicó Jehú—. Ponte allí atrás.

Entonces el centinela anunció:

—El mensajero ya llegó hasta ellos, pero no lo veo regresar.
19 Por tanto, el rey mandó a otro jinete, el cual fue a ellos y repitió:

—El rey quiere saber si vienen en son de paz.

—Eso a ti no te importa —replicó Jehú—. Ponte allí atrás.
20 El centinela informó de nuevo:

—Ya llegó el mensajero hasta ellos, pero a él tampoco lo veo regresar. Además, el que conduce el carro ha de ser Jehú hijo de Nimsi, pues lo hace como un loco.
21 —¡Enganchen el carro! —exclamó Jorán.

Así lo hicieron. Y en seguida Jorán, rey de Israel, y Ocozías, rey de Judá, cada uno en su carro, salieron y se encontraron con Jehú en la propiedad que había pertenecido a Nabot el jezrelita.22 Cuando Jorán vio a Jehú, le preguntó:

—Jehú, ¿vienes en son de paz?

—¿Cómo puede haber paz mientras haya tantas idolatrías y hechicerías de tu madre Jezabel? —replicó Jehú.
23 Jorán se dio la vuelta para huir, mientras gritaba:

—¡Traición, Ocozías!
24 Pero Jehú, que ya había tensado su arco, le disparó a Jorán por la espalda, y la flecha le atravesó el corazón. Jorán se desplomó en el carro,25 y Jehú le ordenó a su ayudante Bidcar:

—Saca el cadáver y tíralo en el terreno que fue propiedad de Nabot el jezrelita. Recuerda el día en que tú y yo conducíamos juntos detrás de Acab, padre de Jorán, y el Señor pronunció contra él esta sentencia:26 “Ayer vi aquí la sangre de Nabot y de sus hijos. Por lo tanto, juro que en este mismo terreno te haré pagar por ese crimen. Yo, el Señor, lo afirmo.” Saca, pues, el cadáver y tíralo en el terreno, según la palabra que dio a conocer el Señor.
27 Cuando Ocozías, rey de Judá, vio lo que pasaba, huyó en dirección a Bet Hagán. Pero Jehú lo persiguió, y ordenó:

—¡Mátenlo a él también!

Y lo hirieron en su carro cuando iba por la cuesta de Gur, cerca de Ibleam, pero logró escapar y llegar a Meguido. Allí murió.28 Luego sus siervos trasladaron el cuerpo a Jerusalén, la Ciudad de David, donde lo sepultaron en su tumba, junto a sus antepasados.29 Ocozías había ascendido al trono en el undécimo año del reinado de Jorán hijo de Acab.
Muerte de Jezabel

30 Cuando Jezabel se enteró de que Jehú estaba regresando a Jezrel, se sombreó los ojos, se arregló el cabello y se asomó a la ventana.31 Al entrar Jehú por la *puerta de la ciudad, ella le preguntó:

—¿Cómo estás, Zimri, asesino de tu señor?
32 Levantando la vista hacia la ventana, Jehú gritó:

—¿Quién está de mi parte? ¿Quién?

Entonces se asomaron dos o tres oficiales, 33 y Jehú les ordenó:

—¡Arrójenla de allí!

Así lo hicieron, y su sangre salpicó la pared y a los caballos que la pisotearon.34 Luego Jehú se sentó a comer y beber, y dio esta orden:

—Ocúpense de esa maldita mujer; denle sepultura, pues era hija de un rey.
35 Pero cuando fueron a enterrarla, no encontraron más que el cráneo, los pies y las manos.36 Así que volvieron para informarle a Jehú, y éste comentó:

—Se ha cumplido la palabra que el Señor dio a conocer por medio de su siervo Elías el tisbita, que dijo: “En el campo de Jezrel los perros se comerán a Jezabel.” 37 De hecho, el cadáver de Jezabel será como estiércol en el campo de Jezrel, y nadie podrá identificarla ni decir: “Ésta era Jezabel.”

Jehú extermina a la familia de Acab
10: 1 Acab tenía setenta hijos, los cuales vivían en Samaria. Por tanto, Jehú escribió cartas y las envió a Samaria, es decir, a las autoridades de la ciudad, a los *ancianos y a los protectores de los hijos de Acab. En las cartas decía:

2 «Ustedes cuentan con los hijos de Acab, y con los carros de combate y sus caballos, con una ciudad fortificada, y con un arsenal. Así que tan pronto como reciban esta carta,3 escojan al más capaz y más noble de los hijos de Acab, y pónganlo en el trono de su padre. Pero prepárense para luchar por la familia de su rey.»

4 Ellos se aterrorizaron y dijeron: «Si dos reyes no pudieron hacerle frente, ¿cómo podremos hacerlo nosotros?»5 Por lo tanto, el administrador del palacio, el gobernador de la ciudad, los ancianos y los protectores le enviaron este mensaje a Jehú: «Nosotros somos sus servidores, y haremos lo que usted nos diga. No haremos rey a nadie. Haga usted lo que mejor le parezca.»6 Entonces Jehú les escribió otra carta, en la que decía: «Si ustedes están de mi parte y de veras están dispuestos a obedecerme, vengan a Jezrel mañana a esta hora y tráiganme las cabezas de los hijos de Acab.»

Los setenta príncipes vivían con las familias más notables de la ciudad, pues éstas los criaban.7 Cuando llegó la carta, prendieron a todos los príncipes y los decapitaron. Luego echaron las cabezas en unos cestos y se las enviaron a Jehú, que estaba en Jezrel.8 Un mensajero llegó y le dijo a Jehú que habían traído las cabezas de los príncipes. Entonces Jehú ordenó que las pusieran en dos montones a la *entrada de la ciudad, y que las dejaran allí hasta el día siguiente.
9 Por la mañana, Jehú salió y, presentándose ante todo el pueblo, confesó: «¡Ustedes son inocentes! ¡Yo fui el que conspiró contra mi señor! ¡Yo lo maté! Pero ¿quién ha matado a todos éstos?10 Sepan, pues, que nada de lo que el Señor ha dicho contra la familia de Acab dejará de cumplirse. En efecto, el Señor ha hecho lo que había prometido por medio de su siervo Elías.»11 Dicho esto, Jehú mató a todos los que quedaban de la familia de Acab en Jezrel, y a todos sus dignatarios, sus amigos íntimos y sus sacerdotes. No dejó a ninguno de ellos con vida.
12 Después emprendió la marcha contra Samaria y, al llegar a Bet Équed de los Pastores,13 se encontró con unos parientes de Ocozías, rey de Judá.

—¿Quiénes son ustedes? —les preguntó.

—Somos parientes de Ocozías; hemos venido a visitar a la familia real.
14 —¡Captúrenlos vivos! —ordenó Jehú.

Así lo hicieron, y después los degollaron junto al pozo de Bet Équed. Eran cuarenta y dos hombres; Jehú no dejó vivo a ninguno de ellos.
15 Al dejar ese lugar, Jehú se encontró con Jonadab hijo de Recab, que había ido a verlo. Jehú lo saludó y le preguntó:

—¿Me eres leal, como yo lo soy contigo?

—Lo soy —respondió Jonadab.

Jehú replicó:

—Si es así, dame la mano.

Jonadab le dio la mano, y Jehú, haciéndolo subir con él a su carro,16 le dijo:

—Ven conmigo, para que veas el celo que tengo por el Señor.

Y lo llevó en su carro.17 Tan pronto como Jehú llegó a Samaria, exterminó a la familia de Acab, matando a todos los que quedaban allí, según la palabra que el Señor le había dado a conocer a Elías.
Jehú elimina a los adoradores de Baal

18 Entonces Jehú reunió a todo el pueblo y dijo: «Acab adoró a *Baal con pocas ganas; Jehú lo hará con devoción.19 Llamen, pues, a todos los profetas de Baal, junto con todos sus ministros y sacerdotes. Que no falte ninguno de ellos, pues voy a ofrecerle a Baal un sacrificio grandioso. Todo el que falte, morirá.» En realidad, Jehú no era sincero, pues tenía el propósito de eliminar a los adoradores de Baal.
20 Luego dio esta orden: «Convoquen una asamblea en honor de Baal.» Y así se hizo.21 Como Jehú envió mensajeros por todo Israel, vinieron todos los que servían a Baal, sin faltar ninguno. Eran tantos los que llegaron, que el templo de Baal se llenó de un extremo a otro.22 Jehú le ordenó al encargado del guardarropa que sacara las vestiduras para los adoradores de Baal, y así lo hizo.
23 Cuando Jehú y Jonadab hijo de Recab entraron en el templo de Baal, Jehú les dijo a los congregados: «Asegúrense de que aquí entre ustedes no haya siervos del Señor, sino sólo de Baal.» 24 Entonces pasaron para ofrecer sacrificios y *holocaustos.

Ahora bien, Jehú había apostado una guardia de ochenta soldados a la entrada, con esta advertencia: «Ustedes me responden por estos hombres. El que deje escapar a uno solo de ellos, lo pagará con su *vida.»25 Así que tan pronto como terminó de ofrecer el holocausto, Jehú ordenó a los guardias y oficiales: «¡Entren y mátenlos! ¡Que no escape nadie!» Y los mataron a filo de espada y los echaron fuera. Luego los guardias y los oficiales entraron en el santuario del templo de Baal,26 sacaron la *piedra sagrada que estaba allí, y la quemaron.27 Además de tumbar la piedra sagrada, derribaron el templo de Baal y lo convirtieron en un muladar, y así ha quedado hasta el día de hoy.
28 De este modo Jehú erradicó de Israel el culto a Baal.29 Sin embargo, no se apartó del pecado que Jeroboán hijo de Nabat hizo cometer a los israelitas, es decir, el de rendir culto a los becerros de oro en Betel y en Dan.
30 El Señor le dijo a Jehú: «Has actuado bien. Has hecho lo que me agrada, pues has llevado a cabo lo que yo me había propuesto hacer con la familia de Acab. Por lo tanto, durante cuatro generaciones tus descendientes ocuparán el trono de Israel.»31 Sin embargo, Jehú no cumplió con todo el *corazón la *ley del Señor, Dios de Israel, pues no se apartó de los pecados con que Jeroboán hizo pecar a los israelitas.
32 Por aquel tiempo, el Señor comenzó a reducir el territorio israelita. Jazael atacó el país por todas las fronteras:33 desde el Jordán hacia el este, toda la región de Galaad, ocupada por las tribus de Gad, Rubén y Manasés; y desde la ciudad de Aroer, junto al arroyo Arnón, hasta las regiones de Galaad y Basán.
34 Los demás acontecimientos del reinado de Jehú, y todo lo que hizo y todo su poderío, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.35 Jehú murió y fue sepultado en Samaria. Y su hijo Joacaz lo sucedió en el trono.36 Jehú reinó en Samaria sobre Israel durante veintiocho años.
2 Reyes 9:1-10:36
also read 2nd Chronicles 22:7-12


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