Jeremías puesto en una Císterna, Jeremías 38:1-40:6

Jeremías 38:1-40:6

Jeremías puesto en una Císterna

7
Ebedmelec el Etíope, un funcionario que estaba en
la casa del rey, se Enteró de que Habían metido a
Jeremías en la
cisterna. Y estando el rey sentado en la puerta de Benjamín,
8
Ebedmelec Salió de la casa del rey y Habló al rey

profeta Jeremías de la cisterna antes que muera.diciendo:
9
–Oh mi señor el rey, estos hombres han actuado mal
en todo lo que han hecho con el profeta Jeremías, a quien
metieron en
la cisterna. Allí Morirá de hambre, pues no hay
Más pan en la ciudad.
10
Entonces el rey Mandó al mismo Ebedmelec el
Etíope, diciendo: –Toma contigo treinta hombres de Aquí
y saca al
11
Entonces Ebedmelec Tomó consigo a los hombres y
Entró en la casa del rey, al lugar que estaba debajo del
Depósito del
tesoro, y Tomó de Allí trapos Raídos y trapos
rasgados, y los Bajó con
sogas a Jeremías en la cisterna.

12
Y Ebedmelec el Etíope dijo a Jeremías: –Pon estos
trapos Raídos y rasgados en tus axilas, bajo tus brazos, debajo
de las
sogas. Así lo hizo Jeremías.
13
De esta manera sacaron a Jeremías con sogas, y lo subieron
de la cisterna. Y Jeremías Permaneció en el patio de la
guardia.

Rey Zedekiah Preguntas a Jeremías otra vez

14
Después el rey Sedequías Mandó traer a su
presencia
al profeta Jeremías, a la tercera entrada que Había en la
casa de
Jehovah. Y el rey dijo a Jeremías: –Yo te voy a preguntar una
cosa. No
me encubras nada.
15
Jeremías dijo a Sedequías: –Si te lo revelo,
¿no me Harás morir? Y si te doy consejo, no me
Escucharás.
16
Y el rey Sedequías Juró en secreto a
Jeremías
diciendo: –Vive Jehovah que ha hecho nuestras almas, que no te
haré
morir, ni te entregaré en mano de esos hombres que buscan tu
vida.
17
Entonces Jeremías dijo a Sedequías: –Así ha
dicho
Jehovah Dios de los Ejércitos, Dios de Israel: “Si de hecho te
rindes a
los oficiales del rey de Babilonia, Vivirá tu alma, y esta
ciudad no
Será incendiada. Así Vivirás, Tú y tu casa.
18
Pero si no te rindes a los oficiales del rey de
Babilonia, esta ciudad Será entregada en mano de los caldeos, y
la
Incendiarán, y Tú no Escaparás de sus manos.”
19
El rey Sedequías dijo a Jeremías: –Yo tengo miedo
de los Judíos que se han pasado a los caldeos, de que me
entreguen en
sus manos y se ensañen contra Mí.
20
Jeremías le dijo: –No te Entregarán. Escucha, por
favor, la palabra de Jehovah que yo te hablo, y te Irá bien; y
tu alma
Vivirá.
21
Pero si Rehúsas rendirte, ésta es la palabra que me
ha revelado Jehovah:
22
“He Aquí que todas las mujeres que han quedado en
la casa del rey de Judá Serán entregadas a los oficiales
del rey de
Babilonia. Y ellas mismas Dirán: ‘Te incitaron y prevalecieron
contra
ti tus hombres Más íntimos. Tus pies se hundieron en el
lodo, y ellos
se volvieron Atrás.’
23
A todas tus mujeres y a tus hijos Entregarán a los
caldeos. Tú no Escaparás de sus manos, sino que por mano
del rey de
Babilonia Serás apresado, y esta ciudad Será incendiada.
24
Entonces Sedequías dijo a Jeremías: –Nadie sepa de
estas palabras, y no Morirás.
25
Si los magistrados se enteran de que yo he hablado
contigo y vienen a ti y te dicen: “Decláranos, por favor,
qué hablaste
con el rey, y dinos qué te dijo el rey. No nos lo encubras, y no
te
mataremos”,
26
les Dirás: “He presentado al rey mi Súplica para
que no me haga volver a la casa de Jonatán, a morir
Allí.”
27
Vinieron, pues, a Jeremías todos los magistrados y
le interrogaron. El les Respondió conforme a todo lo que le
Había
mandado el rey. Con esto dejaron de ocuparse de él, porque el
asunto no
Había sido Oído.
28
Y Jeremías Permaneció en el patio de la guardia
hasta el Día en que fue tomada Jerusalén. Allí
estaba él cuando
Jerusalén fue tomada.

Jeremías 39

La Caída de Jerusalén

1
En el mes décimo del noveno año de
Sedequías rey de Judá, Nabucodonosor rey de Babilonia
vino con todo su
ejército contra Jerusalén, y la sitiaron.
2
En el noveno Día del mes cuarto del año 11 de
Sedequías, se Abrió una brecha en la ciudad.
3
Entonces llegaron todos los oficiales del rey de
Babilonia: Nergal-sarezer, Samgar-nebo, Sarsequim el Rabsaris,
Nergal-sarezer el Rabmag y todos los Demás oficiales del rey de
Babilonia. Y se instalaron junto a la puerta del Centro.
4
Sucedió que al verlos, Sedequías rey de Judá
y
todos los hombres de guerra huyeron. Salieron de noche de la ciudad por
el camino del Jardín del rey, por la puerta que Había
entre los dos
muros. Se dirigieron hacia el Arabá;
5
pero el ejército de los caldeos los Persiguió, y
alcanzaron a Sedequías en las llanuras de Jericó. Lo
tomaron preso y lo
llevaron ante Nabucodonosor, rey de Babilonia, en Ribla, en la tierra
de Hamat; y éste Pronunció sentencia contra aquél.
6
El rey de Babilonia Degolló en Ribla a los hijos de
Sedequías, en presencia de éste. Asimismo, el rey de
Babilonia hizo
degollar a todos los nobles de Judá.
7
Al rey Sedequías le Sacó los ojos y lo
Aprisionó con cadenas de bronce para llevarlo a Babilonia.
8
Después los caldeos incendiaron la casa del rey y las
casas del pueblo, y demolieron los muros de Jerusalén.
9
Al resto del pueblo que Había quedado en la ciudad,
Además de los desertores que se Habían pasado a
él, Nabuzaradán,
Capitán de la guardia, los hizo llevar cautivos a Babilonia,
junto con
el resto del pueblo que Había quedado.
10
Sin embargo, Nabuzaradán, Capitán de la guardia,
hizo quedar en la tierra de Judá a la gente Más pobre,
que no Tenía
nada, y en ese Día les dio viñas y campos.
11
Nabucodonosor, rey de Babilonia, Había ordenado a
Nabuzaradán, Capitán de la guardia, acerca de
Jeremías, diciendo:
12
“Tómalo y cuida de él. No le hagas nada malo;
Más bien, Harás con él como él te lo diga.”
13
Entonces dio órdenes Nabuzaradán Capitán de
la
guardia, junto con Nabusazbán el Rabsaris, Nergal-sarezer el
Rabmag y
todos los altos oficiales del rey de Babilonia.
14
Y ordenaron traer a Jeremías del patio de la
guardia. Luego lo entregaron a Gedalías hijo de Ajicam, hijo de
Safán,
para que lo llevase a su casa. Y Habitó en medio del pueblo.
15
La palabra de Jehovah vino a Jeremías cuando estaba preso
en el patio de la guardia. Y dijo:
16
“Vé y habla a Ebedmelec el Etíope, y dile que
Así
ha dicho Jehovah de los Ejércitos, Dios de Israel: ‘He
Aquí, yo cumplo
mis palabras sobre esta ciudad para mal, y no para bien; y en aquel
Día
Sucederá en tu misma presencia.
17
Pero en aquel Día yo te libraré, y no Serás
entregado en mano de aquellos de cuya presencia temes, dice Jehovah.

18
Ciertamente yo te libraré, y no Caerás a espada,
sino que tu vida te Será por Botín, porque tuviste
confianza en Mí'”,
dice Jehovah.

Jeremías 40

Jeremías es suelto

1
La palabra que vino a Jeremías de
parte de Jehovah, después que Nabuzaradán, Capitán
de la guardia, le
Envió desde Ramá, cuando le Tomó, estando
aprisionado con grilletes en
medio de todos los cautivos de Jerusalén y de Judá que
eran llevados
cautivos a Babilonia.
2
El Capitán de la guardia Tomó interés en
Jeremías y le dijo: “Jehovah tu Dios Pronunció este mal
contra este lugar,
3
y Jehovah lo ha Traído y ha hecho Según lo Había
dicho. Porque pecasteis contra Jehovah y no escuchasteis su voz; por
eso os ha venido esto.
4
Ahora, he Aquí yo te libero de los grilletes que
tienes en tus manos. Si te parece bien venir conmigo a Babilonia, ven,
y yo cuidaré de ti. Pero si te parece mal venir conmigo a
Babilonia,
déjalo. Mira, toda la tierra Está delante de ti;
vé adonde mejor y Más
conveniente te parezca.”
5
Como Aún no se Volvía, le dijo: “Regresa a
Gedalías
hijo de Ajicam, hijo de Safán, a quien el rey de Babilonia ha
puesto a
cargo de las ciudades de Judá. Habita con él en medio del
pueblo, o vé
adonde te parezca Más conveniente.” El Capitán de la
guardia le dio
provisiones y obsequios, y lo Despidió.
6
Entonces Jeremías se fue a Gedalías hijo de Ajicam,
a Mizpa; y Vivió con él en medio del pueblo que
Había quedado en el País.


Otros módulos en esta unidad: - Other modules in this unit: